sábado, 18 de marzo de 2017

Últimamente siento
como si todo a mi alrededor estuviese en llamas.
De pronto todo se incendia
mi casa, mi universidad, mi comida.
Pero nadie parece poder verlo.
Y me callo porque sé que en realidad el fuego no está ahí.
Aunque pueda verlo,
aunque pueda oír el crepitar de las llamas,
aunque huela la madera y el plástico al arder,
aunque pueda sentirlo quemándome la piel.

Sólo a veces
el mundo deja de arder
y no quedan rastros del incendio
no hay ruinas ni cenizas.
Pero siento el calor del fuego,
puedo oírlo y verlo,
puedo sentirlo.
Y me doy cuenta de que lo que está en llamas
soy yo. 
Pero a nadie parece preocuparle.
Y me callo porque sé que aunque el fuego está ahí
nadie va a poder apagarlo.
nadie va a querer apagarlo.
a nadie le va a importar lo suficiente como para intentar apagarlo.

Últimamente siento
que grito tan fuerte como no había gritado nunca.
Leí que había que pedir ayuda,
y cada día me asomo a la ventana y grito,
"¡Fuego, fuego!"
Pero nadie ve el incendio,

Estoy tratando de pedir ayuda en el idioma que no es.
Estoy tratando de pedir ayuda
en el único idioma que sé.


Quema. 

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